Durante 9 años, estuve viviendo en la isla de Ibiza (San Antonio y Santa Eulalia) y también en el castillo de Ibiza, que es patrimonio de la humanidad. Trabajaba como técnico de mantenimiento 0/24 horas, en la rama de la siderometalúrgica, realizando mantenimientos preventivos, correctivos y averías, para diferentes multinacionales. En mis ratos libres, realizaba musicoterapia aplicada al caballo de trote.
El nombre del animal es “Ogum Lovei”, un caballo de 3 años, muy musculado porque realizaba cada día mucho trote. Cuando se encerraba en las cuadras, después de la ducha, ponía la cámara y el ordenador con música. Luego al llegar a casa, analizaba las frecuencias que le estimulaban y le relajaban, todo esto, me lo decían sus orejas y su estado de ánimo.
La música y sus efectos en los caballos
Cuando Ogum, salía a trotar, las carreras (era el Domingo tarde) se estimulaba con la música estimulante para ponerlo más agresivo y no tener así que pincharle una dosis de estimulante, ya que aparte de no ser bueno para Ogum, cada dosis tenía un coste de 50 euros.
Yo me negaba a que el Jokey lo hiciera, ya que luego Ogum estaba más agresivo, mordiendo y dando coces en las puertas de la cuadra. Se le tenía que dejar en el potrero para que corriera y descargara así toda la energía que la inyección le había dado. Se reflejaba los efectos de la Musicoterapia en el caballo.
Ogum respondía muy bien a música revitalizante entre ellas a Tina Turner, se le veía muy estimulado por la música y no hacía falta pincharle ninguna dosis. Ogum Lovei, En el tiempo que estuve haciendo musicoterapia aprovechando sus efectos. Ganó varios trofeos y dinero para el Jokey, ya que las apuestas en Ibiza eran muy bajas. Puedo confirmar según mi experiencia que la musicoterapia en el caballo estaba siendo efectiva.
Ogum Lovei participo en el hipódromo de mallorca y en el de francia, llevándose así varios premios y trofeos. Cuando yo me acercaba a él, se dejaba acariciar porque yo jamás, nunca le pegue ni le hice nada malo, solamente lo estimulaba y lo relajaba con música.
En el hipódromo de Sant Rafael (Ibiza), las cuadras estaban juntas y ponía música a alto volumen de alguna aplicación en especial y todos los caballos respondían al estilo de la melodía. Musicoterapia en el caballo